Los chicos y chicas disfrutaron de una variedad de actividades acuáticas. Algunos se aventuraron en los toboganes grandes, mientras que otros prefirieron la tranquilidad de la piscina. Fue muy guay ver cómo cada uno encontraba su espacio de diversión y relajación, siempre bajo la atenta mirada y apoyo de los profesionales y voluntarias.
A las 14:00, hicieron una pausa para comer, disfrutando de un almuerzo todos juntos. Tras la comida, a las 15:00, tomaron el autobús de vuelta, llevando consigo recuerdos de una mañana llena de risas, adrenalina y momentos únicos.
Esta salida a Aquopolis no solo fue una actividad recreativa, sino también una oportunidad para trabajar en la socialización y la convivencia fuera del entorno habitual del Centro. Todos volvieron con una sonrisa y la satisfacción de haber vivido una experiencia enriquecedora y muy divertida.
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